jueves, 19 de septiembre de 2019

Pseudo adultez

Ahora que vivo sola,
(bueno, casi sola)
ahora que tengo dos gatos,
(bueno, que no son míos)
y ahora que tengo espacio
(bueno, aunque un poco reducido) 
podría llorar todo el día como en mis mejores sueños
hacer un drama cada nueva hora
escribirle cartas a mi ex novio y quemarlas
porque lo extraño o
porque no lo extraño. 

Podría hacer cosas malas
como vivir en pijamas 
e invitar a chicos o chicas o chiques
a dormir sin que nadie sepa.

Podría saltearme las comidas
cantar en el balcón estando en bombacha
y tratar de seducir al vecino, que se que me mira. 

Pero ahora que vivo casi sola, que casi tengo dos gatos y que tengo un poco de espacio
lo único que hago malo es agregarle un poco de azúcar al té
dormir, a veces, un rato de siesta y comer garrapiñadas en el balcón
porque viste que, al final, 
la vida adulta es menos extrema que lo que imaginábamos
no hay drogas, no hay tanto sexo, no hay días enteros escabiando
pero al menos no somos de esos jóvenes viejos que se quejan todo el tiempo de que viven casi solos, de que tienen dos gatos que no son suyos y de que no tienen lugar ni para elongar. 

No somos eso, y aunque para otros somos solo desconocidos en esta enorme ciudad
 llena de construcciones gigantes y casas de chapas que contrastan, 
 te veo llegar y entrar por esa puerta a mi  mini-espacio blanco que es este departamento desde donde hoy escribo,
y siento que somos mucho más que dos pedazos de carne ocupando este espacio en el vació.







martes, 10 de julio de 2018

21-06


La tarde vacila entre tranquila y furiosa con la esperanza derretida en el asfalto. 
Adentro todo esta calmo porque hay superficialidades que ya no importan ni duelen.
Los negocios van y vienen.

De la taza sale vapor,
a mi solo me preocupa que el té no pierda nunca el sabor.

Remolineo.
Conecto puntos de partida que desde otra perspectiva se convierten en llegada:
Siempre quise estar acá.

Se acerca y casi imperceptible su presencia se presenta y me des-concentra.

El mundo afuera parece girar igual.
Las ventanas se empañan, los balcones se sobrepoblan de cenizas, las puertas de los bares parpadean, los desconocidos se conocen al pasar y se vuelven a olvidar.
El tema central es un espectáculo mundial.


Remolineo.
Juego con mis dedos en tu pelo
los colores juegan en tus ojos.


-Conecto puntos de partida...

(Hace unos días leí el significado de Hygge, una palabra de origen danesa que se pronuncia (algo así como) "huga" con a cerrada.

Me pareció la palabra mas bella de la cual conozco el significado; Hygge es la definición de lo indefinible.

Así de complicado suena porque en nuestro vocabulario no tenemos o no encontramos forma de nombrar los momentos pequeños que construyen la felicidad y nos hacen sentir especial. -una mascota, una caricia, un café con leche cuando hace frío-
En Dinámica todos los ciudadanos tienen el habito de buscar y ser conscientes de sus hygges para poder relajarse, mimarse y disfrutar sus vidas sin perderse en la búsqueda incansable que solemos pensar que es encontrar la felicidad.)



...que desde otra perspectiva se convierten en llegada:
Siempre quise estar acá.

Intento buscar la definición
me enredo
me acuerdo
descubro
establezco: 
No hay sensación más preciosa que vaciarse en un contenedor que sostiene todo lo que das. 

Así 
me siento yo.

(Para mi hygge tiene que ver con ser bueno con uno mismo, saber elegir y quedarse con lo que le hace bien)

Te elijo, sos mi hygge.





lunes, 12 de marzo de 2018

Quimera


El sol levanta la cortina de neblina mientras susurra cosas de la noche que quedo atrás.
La casa es enorme, el jardín un mar de verdes en los que me pierdo cada tarde desde que el tic-tac me desvela a la hora de la siesta. 
No estas y no te extraño, sin embargo, gasto lapices pintando tu rostro en cada árbol cortado al paso.

El azar no me juega buenas partidas
¿Donde estas? ¿Que haces?

Me preparo el quinto té y me siento a esperar que la tarde caiga para poder charlar con el naranja que se aproxima desde el oeste, quizá, te encuentre cuando todo este celeste bajo el manto de estrellas que te envuelve.

No creo en Dios y, sin embargo, hoy espero un milagro.


miércoles, 15 de noviembre de 2017

notaaborrar

El purpura de la noche y el negro de mis ojos cansados de mirar con sigilo la llama tenue de la vela encendida. 
No hacia frio ni tampoco hacia calor, en realidad no se que hacia. No se que hacia yo pisando descalsa la tierra propiedad de hombres sin memoria, buscando algun refugio pasajero que me cuente algunas glorias. 
Mis dedos recorrieron tus mandíbulas evaluando la posibilidad de no volver hacerlo, me ardía la piel como hielo. 

Cuentan las leyendas sagradas de un pueblo lejano, que cada vez que uno se desprende de otro, ya no es uno solo; es la suma que se robo y la resta que dejo. No hablo de matemáticas y no porque no quisiera, sino porque aprendí que la lógica de las ciencias se ahoga siempre en problemas y que la ciencia no es aplicable a este teorema.



domingo, 27 de agosto de 2017

Alto


Hay cosas que uno necesita decir, aunque solo algunos las escuchen y esos algunos sean nadie, así como es escuchada la lluvia cuando cae por la madrugada y nos encuentra somnolientos envueltos de sueños.


A todo el mundo le preocupa lo de la crisis mundial. (Y con mundial me refiero a la crisis personal de cada individuo porque ¿no es uno su mundo o entiendo mal?) A todo el mundo le preocupa y yo quiero pedir disculpas por no tener interés.  No me voy a avergonzar de mis nostalgias, los domingos por la tarde todavía extraño.


Son mis recuerdos.

 Nadie me va a quitar el arbolito en el que me escondia cuando las tardes eran horribles, me crie en base a eso, soy eso. No me voy a avergonzar tampoco de mis amores, me quisieron cuando quise o quizá no, pero ya no importa porque todo me empujo a estar acá hoy, mirándote quererme.
A partir de los recuerdos me construyo y nada tiene que ver la economía financiera del lugar. Ha habido momentos de estabilidad, de dólar por peso, de desequilibrio, de robos en potencia, de economía para unos. Ha habido figuras haciéndonos desaparecer y aparecer a su placer, hemos sido invisibles por mucho tiempo y cuando nos dieron lugar, nos comió el silencio por miedo a que nuestros ideales no tengan la suficiente fuerza para ser. Sin embargo, ninguno de estos estados me saco el arbolito desde donde escribo, las veces que temblé contra los muros en manos del amor, las pasiones, las pastillas, los café...
 Nadie me robo lo que soy, porque ¿Quién dijo que cuando un hombre esta quebrado en dos, de allí, salen dos?


lunes, 31 de julio de 2017

Suspira


Lo que más me gusta de sus ojos es el misterio de no saber que esconden.
Algunos días, su cabeza tibia se agrieta y me deja ver algunos secretos.

Velas acondicionan el lugar. 
Al final del pasillo se suelen escuchar las voces de los cantos de las niñas perdidas.
Amarillos sus vestidos, perfumaditas con lavanda.
La naturaleza las abraza y el universo por un momento se queda quietito para oírlas cantar.

Las canciones del olvido son tristes
¡No estas! Estas no guardan dolor ni rencor

Sintonía.
Armonía

En tus manos; EL milagro
Se evaporan los miedos y, entonces, voy siguiendo con sigilo las polillas que me cuentan que puedo navegar horas por las noches y así, nos darán las estrellas de certificado y podremos con ellas hacer lo que queramos.

Me gustaría, a veces, dejar de pensar en el camino y en tanta muerte del destino si al final no somos solo nosotros los dueños de los instantes que nos pertenecen
La ultima luz de la tarde congelada
Las caminatas por el filo del horizonte
Esas cosas que son y no son a la vez. 
Porque así es el loop de esta vida
Una, dos o quizá millones de veces, el mar nos tapara con torbellinos de besos y viento
Y nos traerá a la arena de nuevo serenos

Suspira
Son
Somos

Lo eterno en la brevedad
Las horas pasan y olvidan

Tranquilo, suspira.


domingo, 3 de julio de 2016

De gustos y esas cosas



Y qué si me gusta la pizza sin jamon o el yogurt solo de frutilla y con mucho cereal. Tanto que sea más cereal que yogurt. También me gusta el mar. Pero no me gusta la gente cuando miente y encima, se cree. Ni qué critiquen gustos ajenos. Por qué ¿que saben ellos de eso? Si, hay gustos que no comprendo y gustos que no comprenden. Y no me quejo. Por qué me gustan y yo a ellos. O eso pienso. Además de eso, me gusta lo tetrico de la calle del cementerio. Me da miedo, pero no vamos a dejar de gustar por el miedo.
 Tanto me gustan los besos que sueño con ellos. Que lindo todo esto y que lindo gustar de esto y de aquello. Hasta de vos gusto. Y me da vergüenza, no por el sentimiento, si no por el gustar y no ser gustado. O por querer cuidar y no ser dejado. Me gustas y te lo digo. Por qué es lindo gustar y que te gusten. No sé que digo con esto. Ponele que es una carta de gustos y de sentimientos. O de quejas y problemas. Que sea lo que quieras cuando lo leas, mientras te guste y quieras leerlo. Sos bienvenido a mis sentimientos.
Como me cuelgo. Que lindos son los atardeceres y el degrade del cielo, que lindos los desconocidos. Me gusta observarlos. Ver que hacen. Hasta les invento historias. Los que mas me gustan son los que te saludan sin saber quien sos, o el panadero que te atiende con una sonrisa por que al fin tiene el negocio que siempre soñó. También los que pasean a su perro o con los que coincido al acariciar un gatito y se ríen de lo que digo. 
 A veces deseo que seas un desconocido más. Así te puedo observar. Y mirar, hasta cansarme. Sin saber que te quiero. Sin perderme en tu vorágine. Ya que se me hace difícil salir. Y dejarte ir.

Quiero que te conviertas en desconocido. Para chocarnos y acariciarnos, perdidos en la inercia del no saber que te quiero y te querré. 
Por siempre (o casi siempre). 
Tomando té y hablando francés, como en mis sueños lúcidos. En los que te llamo y te traigo. Y en los que a veces me harto. De vos y de mí. De esto que no se que es y que nunca voy a saber.