martes, 10 de julio de 2018

21-06


La tarde vacila entre tranquila y furiosa con la esperanza derretida en el asfalto. 
Adentro todo esta calmo porque hay superficialidades que ya no importan ni duelen.
Los negocios van y vienen.

De la taza sale vapor,
a mi solo me preocupa que el té no pierda nunca el sabor.

Remolineo.
Conecto puntos de partida que desde otra perspectiva se convierten en llegada:
Siempre quise estar acá.

Se acerca y casi imperceptible su presencia se presenta y me des-concentra.

El mundo afuera parece girar igual.
Las ventanas se empañan, los balcones se sobrepoblan de cenizas, las puertas de los bares parpadean, los desconocidos se conocen al pasar y se vuelven a olvidar.
El tema central es un espectáculo mundial.


Remolineo.
Juego con mis dedos en tu pelo
los colores juegan en tus ojos.


-Conecto puntos de partida...

(Hace unos días leí el significado de Hygge, una palabra de origen danesa que se pronuncia (algo así como) "huga" con a cerrada.

Me pareció la palabra mas bella de la cual conozco el significado; Hygge es la definición de lo indefinible.

Así de complicado suena porque en nuestro vocabulario no tenemos o no encontramos forma de nombrar los momentos pequeños que construyen la felicidad y nos hacen sentir especial. -una mascota, una caricia, un café con leche cuando hace frío-
En Dinámica todos los ciudadanos tienen el habito de buscar y ser conscientes de sus hygges para poder relajarse, mimarse y disfrutar sus vidas sin perderse en la búsqueda incansable que solemos pensar que es encontrar la felicidad.)



...que desde otra perspectiva se convierten en llegada:
Siempre quise estar acá.

Intento buscar la definición
me enredo
me acuerdo
descubro
establezco: 
No hay sensación más preciosa que vaciarse en un contenedor que sostiene todo lo que das. 

Así 
me siento yo.

(Para mi hygge tiene que ver con ser bueno con uno mismo, saber elegir y quedarse con lo que le hace bien)

Te elijo, sos mi hygge.